Que no hablen. Esa es la recomendación que el ministro de Salud, Daniel Salas Peraza, les dirige a los estudiantes. Que no hablen mientras comparten espacios de alimentación porque en esos momentos están sin mascarilla. Y es “una recomendación muy importante”, tan importante como importante se siente él desde que empezó la plandemia.
Esto fue lo que dijo el ministro Daniel Salas hace más de un año, en la conferencia de prensa del 26 de junio del 2020 (24:20):
“Recordemos que a partir de la mañana rige el uso obligatorio de caretas o mascarillas para diferentes lugares o escenarios, entonces yo quiero aquí detallar este asunto del uso obligatorio, y también RECALCAR que, lo he venido diciendo pero puede ser de que alguien no haya seguido la transmisión en el momento que lo dije anteriormente: una mascarilla conlleva UN ALTÍSIMO GRADO DE RESPONSABILIDAD, el hecho de no dejarla botada por ahí, de saber colocársela, lavarse las manos antes de colocársela; recordemos que si usted tiene las manos sucias y se pone la mascarilla, pues justamente se puede más bien llevar el virus a la boca o a la nariz. Y saber que no hay que estarla manipulando…” (La mayúscula refleja el histrionismo propio del político).
Daniel Salas Peraza es Licenciado en Medicina y Cirugía (Universidad de Costa Rica), con una Maestría en Epidemiología Aplicada a los Sistemas de Salud (Posgrado Regional en Ciencias Veterinarias Tropicales de la UNA), y piensa que las mascarillas, el cierre de negocios y la restricción vehicular son medidas efectivas contra los virus.
También piensa, por lo visto, que a los niños se les puede exigir un altísimo grado de responsabilidad en lo que se refiere al correcto uso y manipulación de las mascarillas, y así como les ha recomendado incontables veces que no tengan contacto físico, ahora les aconseja que no hablen.
Los adultos sí podemos reunirnos en bares y restaurantes y conversar como si nada, pero los niños es preferible que no. Si quieren conversar, pueden verse en una cancha de fútbol 5 y hablar mientras juegan sin mascarilla. Ahí no hay problema.