Aunque los medios y sus expertos lo digan una y mil veces, no es cierto, negarse a la inoculación de la substancia Covid-19 no es causal de despido de acuerdo con la legislación costarricense. Por el contrario, el patrono que, manipulado por el gobierno, emprenda acciones en ese sentido, podría enfrentar graves consecuencias, y en tal escenario es seguro que el gobierno y sus esbirros se van a lavar las manos.