Ayer intentaron estafarme por teléfono a la línea fija de mi casa. Es raro recibir llamadas por ahí que no sean de mis papás, de algún prestamista buscando a la antigua dueña o equivocadas, pero escuché la introducción de mi interlocutor sin interrumpirlo y colgar, como tengo que hacer a menudo en los demás casos, porque me parecieron bien sus credenciales como representante del ICE, agencia que me proveé de internet.